EL ADJETIVO

El adjetivo es una de las primeras cuestiones, temas, que se nos enseña en la escuela primaria, y más precisamente en la materia de Lengua, porque claro, constituye una parte fundamental de una oración, aportándole a la misma sentido y características precisas sobre aquello que se trata y además dispone de un aporte único en materia de limitación o de completar un significado.

Los adjetivos son extremadamente abundantes en cualquier lenguaje, aunque, hay algunos lenguajes que no recurren a ellos y utilizan en cambio otras formas gramaticales.

Básicamente la función de un adjetivo a instancias de una frase, oración, es la de calificar o determinar a un sustantivo, es decir, especifica o resalta alguna propiedad, característica, la cual muchas veces resulta ser de vital importancia porque nos clarifica o aclara alguna cuestión que se está hablando.

Por ejemplo, Mi vestido colorado no es el apropiado para asistir a esa fiesta. En este caso, la mención del color del vestido, colorado, que funciona como adjetivo del sustantivo vestido, nos permite saber que ese color no es el que se espera que alguien use en la celebración y por ende, o alguien se equivocó si lo utilizó, o habrá que utilizar otro color para no desentonar en la misma.

Entonces, se denomina 'adjetivo' a las palabras que tienen como principal función gramatical modificar de diferentes maneras al sustantivo que acompañan. El objetivo de esta función es meramente la descripción o la determinación de aquel sustantivo que se está adjetivando de modo tal que el lenguaje se vuelva más complejo y evolucionado. Cuando se usa un adjetivo, además, se está especificando el tipo y número del sustantivo, especialmente en el idioma español cuando siempre el adjetivo marca tanto número como género del sustantivo. Es importante distinguir a los adjetivos de los adverbios, términos que modifican al verbo en vez de modificar al sustantivo.


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Elementos y tipos de adjetivos

Algunos elementos básicos del adjetivo son: siempre aparece adyacente al sustantivo al que modifica (aunque esta modificación puede darse de manera directa, como en 'un perro marrón', o indirectamente, como en 'el perro que es negro'), actúa como un atributo o una característica del sustantivo (concreta, como en 'el lápiz grande', o abstracta, como en 'el trabajo aburrido'), entre otras.

Los adjetivos pueden ser atributivos (es decir, que se le atribuyen a cierto sustantivo como su característica descriptiva), predicativos (cuando aparecen mediante el uso de verbos copulativos como ser o estar), sustantivos (aquellos que actúan casi como sustantivos ante la ausencia del mismo, por ejemplo cuando se hace referencia a una persona y se la describe como 'el tímido' o 'la amorosa').

Al mismo tiempo, otras categorías pueden ser los adjetivos explicativos (aquellos que son explicativos por sí mismos porque están aplicados sobre un sustantivo que ya nos da esa idea, por ejemplo cuando se habla de 'un tranquilo silencio'), los determinantes (como los adjetivos numerales, demostrativos, posesivos e indefinidos, todos adjetivos que determinan el carácter del sustantivo), y los calificativos (que otorgan una calificación o caracterización al sustantivo más allá del número).

Ahora bien, es importante que destaquemos que los que más utilizamos son los adjetivos calificativos y los adjetivos demostrativos. En el primer caso, son los que indican la cualidad que ostenta el sustantivo que acompañan y obviamente terminarán por modificar al sustantivo (Laura está vieja), mientras que los segundos se utilizan para indicar la cercanía entre emisor y receptor en relación al sustantivo implicado claro está (Estoy tratando de encontrar el par a este zapato).

Los adjetivos calificativos, sin dudas, son los que más empleamos y siempre aportan una cualidad inherente al sustantivo que podrá ser concreta, visible, palpable, o en su defecto, abstracta.

En el específico caso de los demostrativos, se los puede reconocer porque siempre anteceden al sustantivo que afectan y es importante que mencionemos que la cercanía que tienen como misión de manifestar podrá ser de tiempo o de espacio.

Definición de Adjetivo posesivo


Los adjetivos son aquellos elementos gramaticales cuya función es atribuirle diversas propiedades y características a los sustantivos que acompañan en una oración o frase. Tradicionalmente completan o limitan el significado de un sustantivo y por caso es que resultan ser un componente gramatical relevante a instancias de la expresión.

Son muchos los tipos de adjetivos que dispone nuestro idioma, en tanto, en la presente reseña nos ocuparemos de los adjetivos posesivos.

El término posesivo en nuestra lengua se emplea para designar a todo aquello referente o vinculado con la posesión, palabra que usamos para hablar de la tenencia de algo. Entonces, tomando como punto de referencia esta definición, el adjetivo posesivo es aquel que se encarga de marcar la posesión o la pertenencia en relación al sustantivo que afecta.

Entonces, cuando en una charla queremos indicar que algo es de nuestra posesión o propiedad se utilizará este tipo de adjetivo para manifestarlo. Este auto es mío. Mis libros son los que se encuentran a la derecha de la biblioteca.
Ya desde nuestras primeras comunicaciones habladas cuando somos niños empezamos a usar este tipo de adjetivo para precisamente dar cuenta de la posesión de las cosas que nos rodean o que nos pertenecen.

Vale mencionarse que el tono que se le atribuya a los mismos también incidirá en marcar una posesión sobre algo o alguien aún más fuerte que la que per se expresa este adjetivo.

Ahora bien, nos podremos encontrar con dos tipos de adjetivos posesivos, por un lado, los adjetivos posesivos átonos o débiles, cuya principal característica es que se colocarán delante del sustantivo que escoltan. Integran este grupo los siguientes adjetivos: mi/mis, tu/tus, su/sus, nuestro/nuestra, vuestro/vuestra, su/sus.

Y por otra parte nos encontramos con los adjetivos tónicos o fuertes, que se disponen detrás del sustantivo, por ello se los reconoce, y además porque saben marcar, indicar, mayor énfasis respecto de los anteriores. Los adjetivos de este tipo son: mío/a, tuyo/a, suyo/a, nuestro/a, vuestro/a y las variantes en plural.

Respecto del género y número que asumen diremos que cuando el adjetivo va delante del sustantivo siempre dispondrá el mismo número que el sustantivo que afecta. En tanto, si se lo coloca detrás coincidirá en número y también en género.


Definición de Adjetivo demostrativo




El adjetivo es sin dudas uno de los elementos gramaticales más notables e importantes a instancias de una oración o de una expresión, en tanto, ocupa ese lugar de privilegio junto con otros elementos importantes como ser el sustantivo, adverbio, artículo, verbo, entre otros.

La principal misión del adjetivo es acompañar al sustantivo, para completar o para limitar el significado del mismo. Siempre existe un acuerdo entre el género (masculino o femenino) y el número (singular o plural) del sustantivo con el del adjetivo que lo acompaña.

Ahora bien, los adjetivos disponen de una clasificación que los delimita en diversos tipos, siendo los que nos interesan en esta reseña los adjetivos demostrativos.
En el específico caso de los demostrativos, su función primordial es señalar la relación de lugar o también de tiempo, dando cuenta de la cercanía que se tiene, con una persona con la cual se habla o de la que se está hablando.
Una manera de reconocerlos y de no equivocarnos en cuanto a su aplicación es que siempre deben preceder al sustantivo que afectan: esta casa es la que más me ha gustado de entre todas las que vimos hoy.

Este, esa, aquel y aquella y sus respectivas variantes en género y número, son algunos de los adjetivos demostrativos más usados.

Ahora bien, existen grados de distancia en la forma de los adjetivos de este tipo, siendo el primer grado de distancia: (este/estos/esta/estas), segundo grado de distancia: (ese/esos/esa/esas) y tercer grado de distancia: (aquel/aquellos/aquella/aquellas).

Cuando queremos indicar que algo está cerca de quien habla se utiliza el primer grado de distancia (esta pollera no es la que elegí); mientras tanto, cuando queremos indicar que algo está cerca de quien escucha se utiliza el segundo grado de distancia (esa valija costó mucho dinero); y el tercer grado de distancia se usa mayormente cuando se quiere indicar que algo está lejos, tanto de quien habla como de quien escucha (aquel tiempo pasado sin dudas fue mejor).


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